Ortuella implanta el servicio de recogida de residuos orgánicos

Por el momento, el servicio ha tenido una gran acogida, habiéndose adherido ya alrededor de 600 vecinos
Por el momento, el servicio ha tenido una gran acogida, habiéndose adherido ya alrededor de 600 vecinos
La localidad se suma a esta modalidad de reciclaje con la instalación de los contenedores marrones, los cuales pueden utilizarse por aquellos vecinos que se den de alta y dispongan del kit necesario
Ortuella implanta el servicio de recogida de residuos orgánicos

En las últimas semanas se está procediendo a la instalación de los contenedores marrones en las calles de Ortuella. Este quinto contenedor, que está presente también en Barakaldo, Abanto-Zierbena, Sestao, Portugalete, Santurtzi y Trapagaran, permite la recogida selectiva de los residuos orgánicos generados en los hogares, dando una respuesta efectiva a su gestión de manera individual y específica, construyendo un escenario más sostenible gracias a su reciclaje y al impulso que supone hacia un sistema de economía circular.

Con la recogida de materia orgánica, se pretende llegar a 2025 con un 55% de reciclaje entre todos los residuos generados en el hogar, reduciendo los destinados a vertido o incineración. Con este tipo de residuos se elabora compost, un material que se aprovecha como abono o enmienda para los suelos y que permite cerrar el ciclo de materia orgánica, aprovechar los recursos que contienen los residuos y devolver a la naturaleza lo que es suyo.

Listado

Los residuos que pueden depositarse en el contenedor marrón son aquellos de origen vegetal o animal, susceptibles de degradarse biológicamente. En definitiva, tienen cabida restos de verduras, frutas, legumbres, pescados, carnes, flores, pan y bollería; papel de cocina, hueveras de cartón y servilletas sucias; palillos, corchos o restos de infusiones y de café; filtros de café, restos de pan, galletas y bollería; caramelos, golosinas, cereales, harina o frutos secos. 

Por contra, no se debe depositar residuos como polvo de barrer, colillas y restos de cenicero; excrementos de animales, tierra de macetas, aceite, pañales, compresas o tampones; toallitas húmedas, tiritas, esparadrapos, vendas, algodón, papel, servilletas o hueveras limpias.

Para informar sobre el contenedor marrón, hace varias semanas se realizó en el municipio una campaña de divulgación y se colocaron carpas informativas en diversos puntos, donde los vecinos pudieron darse de alta. La acogida superó las expectativas y más de 600 viviendas se han adherido por el momento a este servicio, habiéndoles entregado ya a la mayoría el kit necesario para su utilización, que consta de la tarjeta necesaria para abrir el contenedor, el cubo para depositar los residuos en casa, un imán con la información de lo que se puede depositar y las bolsas que se deben colocar en el cubo. 

El cubo tiene una capacidad de 10 litros, con aberturas en las paredes y la tapa, que evitan los malos olores. Las bolsas están fabricadas mediante polímeros orgánicos de origen vegetal y la tarjeta está asociada a cada vecino y a cada usuario mediante una App, ya que la apertura del contenedor marrón es electrónica.