Ortuella apoya un proyecto de robótica con IA para acompañar a mayores en soledad

Es el primer proyecto seleccionado por el nuevo Laboratorio Urbano, que apuesta por la innovación con impacto social
El Ayuntamiento de Ortuella, en el marco de la Red Innpulso, ha puesto en marcha un innovador Laboratorio Urbano para atraer al municipio proyectos innovadores en situación pre-mercado y que tuvieran la potencialidad de generar valor económico y social en el municipio. Para ello, ofrece la posibilidad de usar las instalaciones públicas, mobiliario y casco urbanos, además de aportar un recurso económico que permita facilitar las pruebas necesarias para validar una oportunidad de negocio.
Como primer paso de esta iniciativa, el Consistorio ha seleccionado un proyecto pionero de robótica con inteligencia artificial (IA) destinado a mejorar la salud mental y el bienestar emocional de las personas mayores que viven solas. El objetivo es validar la hipótesis de que la IA puede aliviar los efectos de la soledad no deseada, uno de los grandes retos sociales de nuestro tiempo.
“Queremos que Ortuella sea un municipio que apuesta por la innovación con impacto social. Este proyecto es un ejemplo claro de cómo la tecnología puede ser una aliada para mejorar la calidad de vida de nuestras personas mayores”, señala Saulo Nebreda, alcalde de Ortuella.
La soledad es uno de los retos de importancia creciente a los que se enfrentan las sociedades occidentales. Esta soledad no deseada provoca serias repercusiones en su salud psicológica y física, incluyendo aumento de depresión, ansiedad, y trastornos del sueño.
En este contexto, la influencia de la inteligencia artificial en la soledad en adultos es un tema que ha venido aumentando su interés por el potencial que tienen estas tecnologías para abordar problemas importantes con respecto a la salud emocional y mental, ya que incentivan interacciones que las personas perciben como humanas, mejorando el apoyo emocional y la conexión social.
Mantener diálogos
En este marco, el proyecto lanzado pretende validar este impacto positivo de la interacción humano–inteligencia artificial, pero utilizando robots de compañía. Estos robots tienen, entre otras cosas, la capacidad de mantener diálogos con las personas usuarias mediante ChatGPT, pero la empresa proveedora es capaz también de realizar programaciones individuales para que el robot interactúe con la persona usuaria teniendo en cuenta sus circunstancias personales (recordatorios de ejercicio, medicación, etc.). Además, el robot, que reconoce visualmente hasta cinco personas, es capaz de detectar emociones, caídas, permite el acceso en remoto y aprende en tiempo real para mejorar sus prestaciones.